Sevilla, Septiembre de
2012, basado en hechos reales actuales.
Hace unos meses atrás
un autónomo denuncia el robo de una herramienta de trabajo, comete el error de
incluir en la denuncia datos de un cliente de dudosa reputación a quien había
realizado un trabajo después de sufrir el robo.
Reciba una llamada de
la policía donde le preguntan que si podría pasarse por la comisaria a
declarar, les dice que en ese momento le venía fatal y le advierte el agente
que entonces tendría que enviarle un patrullero para llevarlo a comisaria, ante
la amenaza accede y deja su cosas para ir donde le indican. Al llegar le hacen
depositar todos sus objetos sobre la mesa, cosa que le extraña, bien comienzan
a preguntarle por el robo de la herramienta y le informan que el cliente de
dudosa reputación había sido interrogado declarando que dicho trabajo se lo
hizo llevando consigo la herramienta, dando por hecho la policía que estaba
intentando estafar al seguro. Ante esas afirmaciones contesta el autónomo que la
herramienta que portaba era parecida, prestada y que tenía testigos,
automáticamente el agente le acusa de mentir basándose en su experiencia e
inteligencia, tras la acusación el autónomo se enciende y le dice que si era
tan inteligente como es que no estaba investigando ciertos robos internos de
sustancias ilegales en lugar de acusar de mentiroso a un trabajador (aquí
comienza la odisea de un currela que no tiene la talla de Urdangarín etc. etc.)
La reacción es
amenazarle con pegarle y seguidamente le comunica que se lo van a llevar al
punto cero, ante la amenaza pide llamar a su abogado acogiéndose a esos
supuestos derechos que tenemos como ciudadanos españoles…denegado…le dicen que
deje todas sus pertenencias en la mesa y que entregue las llaves de su coche
para registrarlo, así lo hace salvo las llaves del coche argumentando que no
tiene claro que sea legal dejar las llaves de su coche , ante ese comentario le
dicen “¿tú qué vas de chulo?” “¿yo de chulo? No, simplemente no sé si es legal
que usted registre mi coche” seguidamente vuelven a amenazarle con pegarle
(Señores…un autónomo que había denunciado el robo de una herramienta de
trabajo!!!!) metiéndole las manos por delante de la cara y les dice “oiga que
no me meta mas las manos por delante de la cara que yo he denunciado un robo,
que no he sido yo el ratero”…contestación…”lo que voy es a plasmarte las manos
en la cara”, viendo la situación accede a entregar las llaves del coche,
seguidamente le piden que les autorice a registrar su casa, a lo que se niega.
Como medida de presión dicen que llamaran a su esposa para pedirle autorización
para realizar el registro a lo que les contesta que su mujer no es nadie para
autorizar un registro ya que si el imputado es él y contra la mujer no hay nada
ella no tiene por qué autorizarlo. Seguidamente lo envían esposado al punto
cero, allí coincide con un amigo funcionario de superior orden jerárquico el
cual consigue que lo tengan en una sala aparte sin tenerlo junto a los
delincuentes comunes, una vez acabó el turno del conocido, dos horas
después, lo trasladan a los calabozos
con delincuentes comunes. Allí pasa varias horas sin que se le permita llamar a
su abogado, incluso pidiendo llamar a su esposa para tranquilizarla le dicen
que la llamada la haréis un policía, y no el autónomo, a lo que cual le
responde”¿Cómo va a llamar usted a mi mujer, que quiera que se ponga más
nerviosa?”, respuesta “pues yo llamo yo o no hay llamada”, la mujer al conocer
la noticia intenta localizar donde lo tienen detenido pasando por varias
comisarías, lo único que le responden es que estaba detenido y no podían
decirle donde (señores…vivimos bajo un estado policial total, como en aquellas
noches de dictaduras donde desaparecían personas sin más y solo te quedaba
rezar por volver a verlas). Mientras tanto el autónomo necesita orinar y no le facilitan salir a los servicios, y
cuando no podía mas hace el intento de orinar allí mismo advirtiéndole otro
detenido que si se orinaba allí le dará el policía de guardia una paliza como
hizo con otro, el cual se orinó encima de la manta de palos recibida por el
valiente defensor de las leyes, el muchacho tenía un ojo hinchado como
consecuencia de los golpes recibidos, por suerte cambió el turno y el
funcionario entrante accedió a llevarle a orinar. Horas después consigue hablar
con su abogado, en una sala pequeña a través de una pequeña ventana con rejas,
rodeado el trabajador por unos seis funcionarios, preguntándole al abogado si
no podrían hablar en privado, a lo cual le responde que no (justicia y leyes
para pobres y ricos), ante la situación decide rechazar seguir la conversación
para que cuando se lo permitan declarar directamente con el juez de guardia.
Gracias a las gestiones del amigo funcionario le agilizan los trámites para
declarar ante el juez (de no haber tenido dicho amigo tendría que haber pasado
una noche en los calabozos). Poco después lo esposan y trasladan en furgón a
declarar, ya ante el juez, comienzan a interrogarle, le comentan lo que había
declarado el empresario de dudosa reputación, y le dice que aquel día portaba
una herramienta igual y que por tanto era raro, ya que había denunciado dos
robos ya del mismo aparato, a lo que vuelve a contestar que la herramienta era
prestada y que tenia testigos. El juez sigue dando a entender que miente, y le
pregunta por los rasgos de los dos atracadores a lo que responde “mire el robo
fue hace seis meses, ¿Cómo quiere que me acuerde? Si usted mismo está leyendo
mi denuncia donde dije que eran tres y no dos y ni se aclara, ¿Cómo voy a acordarme
yo? la herramienta en cuestión tiene un registro electrónico que se puede
comprobar, aquella en concreto era prestada, pero en mi casa tengo dos más, de
la misma marca y diferente modelo, por mi profesión?” A lo que responde el
juez, “pues a mí solo me sirven las pruebas, y veo que ya le han robado dos
veces” contestándole “mire pues yo le estoy dando pruebas, es más, no me han
robado dos veces, sino seis, y cinco de ellas en éstos dos años ¿Por qué no
habla usted de los 750 euros que también me robaron? ¿Ni de las gafas de sol y
otros materiales que declaré y que nadie me va a pagar?, pero le digo más, yo
no estoy en condiciones de declarar nada mas, yo soy un trabajador que ha
denunciado un robo y me tienen detenido como si fuese yo un ratero” Juez:”ah,
¿Qué se niega usted a declarar? Autónomo: “no, le digo que no estoy en
condiciones, de hecho estoy declarando” juez: “pues bien, le van a llevar a
usted de nuevo al calabozo un rato a ver si se recupera” Horas después cerca de
las 22h. termina de declarar, teniendo que ir a firmar cada dos semanas al
juzgado.
PD: Todo aquel que haya
finalizado de leer sacará sus propias conclusiones, a mí, me parece terrorífico
y solo puedo recordar la noche de los lápices.
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